Para celebrar el día del amor, la doctora Delimar Tello, nos relata desde su experiencia de vida cómo el amor puede estar a prueba de hijos.

Por Dra. Delimar Tello

En el 2005, con apenas 20 años mi novio del colegio y yo nos estrenamos como papás.

Ese novio que actualmente es mi esposo cursaba el sexto semestre de la carrera de ingeniería y yo me encontraba terminando el tercer año de Medicina. Desde ese momento la vida tal y como la conocíamos cambio por completo.

En una gran turbulencia de responsabilidades nuevas, opiniones familiares encontradas, estrés, problemas económicos y el diagnostico de discapacidad de nuestra bebé, transcurrieron nuestros primero años como padres. Las peleas estaban a la orden del día y sin embargo teníamos en común la meta de salir adelante y brindarle a nuestra pequeña las mejores oportunidades y para ello trabajamos sin descanso. Muchas veces nos perdimos del camino, pero de cualquier manera siempre volvimos a él. Nuestro amor era como un boomerang, mientras más lejos nos lanzaba, con mas fuerza nos unía, y al cabo de un par de años supimos que esperábamos la cuarta miembro de nuestra familia y los retos serian mayores.

Siguiente paso

Con el nacimiento  de Lucia llegó nuestra boda civil, nuestra convivencia como pareja por primera vez, nuestra graduación y el inicio de nuestra vida profesional y laboral. Se agudizaron las terapias de Valeria, y todo poco a poco fue tomando su rumbo. Viviendo juntos podíamos trabajar más en resolver nuestras diferencias y sortear en compañía cada situación que se presentaba,  en un par de años más reafirmamos nuestro compromiso y amor frente al altar.

En un lapso de 7 años más se agregaron dos miembros a nuestra familia, en la actualidad somos una hermosa y caótica familia de seis integrantes. Aunque en muchas ocasiones el agotamiento y las preocupaciones toman el mando, ver crecer a nuestros hijos sanos y felices hace que todo valga la pena.

Hemos sido un equipo en todo este viaje, compartiendo tareas, terapias, quehaceres, despertares nocturnos, medicinas, consultas y actividades escolares en dosis similares, en ocasiones llegamos a tomar una pausa en nuestras actividades para colaborar de lleno con los niños mientras que el otro realzaba alguna actividad importante para su crecimiento profesional, y en otras oportunidades uno fue el niñero de turno para que el otro pudiera disfrutar con tranquilidad de una reunión de amigos, de esa manera la carga para cada uno es mucho mas liviana, y aunque procuramos ser papas a tiempo completo, uno de nuestros secretos es buscar espacios en nuestros días para ser también pareja, los mismos enamorados del colegio, pero ahora con algunos años de experiencia.

La doctora Delimar Tello nos cuenta como es su vida de pareja luego de 17 años.

Un consejo siempre es bueno

Buscar una niñera de fin de semana, o procurar una noche con las abuelas, o tal vez guardar un poquito de energía o dejar de recoger los juguetes por una noche, solo para sentarnos a ver juntos una película luego de que los niños se duerman, nos mantiene conectados y unidos, no descuidar nuestra intimidad comprendiendo, sin embargo, los tiempos de cada uno han sido las claves para que hoy podamos decir con alegría y orgullo que han sido 17 años juntos llenos de amor, bendiciones y dicha, de la mano de Dios y con una relación que aún está en su mejor momento…

Una relación a prueba de todo, alimentada con esa gasolina de ternura que nos dieron nuestros hijos.

REDACCIÓN: Dra. Delimar Tello @dra.delimartello

FOTOGRAFÍA: Rosemary Castro @rosemarycastro_fotografia